A pesar de lo que el nombre puede parecer, las constelaciones organizacionales no están relacionadas con los astros ni el estudio de ellos. En cambio, se orientan al servicio de tu empresa. Conoce cómo las utilizamos en A-Sentir.
¿Qué son las constelaciones organizacionales?
El origen de este término estaba relacionado con las constelaciones familiares, las cuales se asocian a una terapia breve cuyo objetivo es que las personas liberen cargas que han pasado de una generación a otra, limitando el crecimiento personal de quienes hacen vida en el presente.
El origen de este concepto es alemán y en su lengua nativa se interpreta más como “Colocación” que “Constelación”. Sin embargo, al llevar el término al español se decidió emplear dicho nombre para que las personas pudieran asociarlo con el funcionamiento del método en sí.
Sin embargo, el término no está relacionado con los astros, sino más bien a la visión grupal o sistémica de las personas que pertenecen a una organización, considerándolo como un ente vivo.
Bert Hellinger es el padre de las constelaciones familiares y Gunthard Weber fue uno de sus aprendices más resaltantes, quien aplicó esta mirada sistémica al ámbito organizacional.
La realidad es que las constelaciones organizacionales se derivan de las familiares, bajo la premisa de que siendo una organización un ente vivo, es posible aplicar entonces esta visión a dicho ámbito y no solo al aspecto familiar.
Una visión sistémica de la organización
Aunque en principio se concibió como una terapia familiar para ayudar a las personas en su crecimiento personal, su éxito de aplicación impulsó a quienes apoyaban este método a aplicarlo en otros ámbitos de la vida.
En tal sentido, Gunthard Weber, aprendiz de las constelaciones familiares y doctor en psiquiatría, analizó que siendo la organización considerada como un ente vivo, entonces podría aplicársele el concepto de este tipo de visión sistémica.
Las constelaciones son, desde el punto de vista conceptual, un sistema compuesto por un conjunto de elementos que interactúan entre sí, de forma que la más leve variación en uno de ellos, afecta al resto simultáneamente.
En A-Sentir se concibe a la organización como un sistema vivo en el que cada miembro del equipo ocupa un lugar determinado, interactúa con los demás, afecta y se ve afectado por los cambios que ocurren en el entorno. Por ello trabajamos con las constelaciones organizacionales, que permiten ver al grupo de trabajo de forma sistémica.
Visualizar a la organización de forma sistémica permite que el acompañamiento en los procesos de aprendizaje se aborde desde cada elemento y nivel que abarca un grupo de trabajo, considerando todas las variables posibles y hallando las soluciones que puedan aplicarse de manera interdependiente en el equipo.
Es primordial saber que la organización funciona como un sistema, en el que los miembros son entes vivos que juegan un papel fundamental y sus elementos deben funcionar en perfecta armonía.
En tal sentido, no es posible abordar el proceso de aprendizaje de un elemento de manera aislada, ya que cualquier cambio que ocurra afecta al resto de los elementos, de forma positiva o negativa. Por ello en A-Sentir se contempla la visión sistémica, para que se den cambios que puedan ayudar a nivel micro y macro en el equipo.
Un ejemplo clave es lo que se conoce como efecto dominó, donde al caer una ficha, las demás caen en consecuencia del cambio ocurrido en la primera, haciendo más que clara la necesidad de abordar no solo a las piezas individuales sino al conjunto grupal, considerando que toda causa genera determinados efectos.
Además, en A-Sentir hemos podido evidenciar a través de nuestra experiencia que el fenómeno de causa y efecto no se genera a partir de una monocausa sino que múltiples cambios pueden desencadenar variedad de efectos en la organización, situación que debe identificarse y abordarse sistémicamente para lograr un cambio significativo y efectivo.
¿Cómo se genera el aprendizaje a través de la aplicación de las constelaciones organizacionales?
Usualmente, las organizaciones se enfocan en una monocausa como responsable total de que no se logren las metas, asumiendo que “B” es consecuencia de “A” y esto suele ser insuficiente.
Un ejemplo que puede aclarar mucho más esta situación es cuando hipotéticamente en un equipo de fútbol no se anotan goles y todos en el grupo, e incluso fuera de él, asumen que es culpa del goleador lo que está sucediendo.
Sin embargo, cuando se visualiza la situación a través de un enfoque sistémico de acuerdo con el planteamiento de las constelaciones organizacionales, es posible evidenciar que aunque posiblemente el goleador esté cometiendo algunos errores, esto va más allá.
En tal sentido, es factible que el jugador encargado de hacer los pases no lo esté haciendo, el portero se encuentre distraído y el entrenador no motive suficientemente al equipo.
Es allí cuando, al identificar todas las causas que impiden lograr la meta propuesta, se puede trabajar un proceso de aprendizaje sistémico que cambie la situación, algo que no sucedería si se aborda únicamente la causa más obvia o la que se tiende a asumir.
En A-Sentir partimos de un escenario sistémico en el que se identifican todas las variables, efectos y soluciones para generar un aprendizaje que ayude al logro de los objetivos organizacionales, tomando como premisa o fundamento teórico que “El todo es mucho más que la suma de sus partes”.
Quizá te interese conocer sobre la vivencia en equipo.
¿En qué se diferencian las constelaciones familiares y las organizacionales?
Aunque existen algunas diferencias obvias entre ambas, es fundamental tener claro que al trabajar constelaciones familiares se parte de la premisa de que quienes conforman este grupo no eligieron estar allí, simplemente fue su destino pertenecer a dicho entorno familiar y por lo tanto se trabaja con los recursos existentes.
En cambio, cuando se trata de una organización, la pertenencia es voluntaria y existe un interés entre ambas partes, lo que no solo estimula el compromiso sino que abre un abanico de posibilidades en cuanto a recursos se refiere.
Principios sistémicos de las constelaciones organizacionales
El trabajo de las constelaciones organizacionales obedece a unos principios sistémicos que lo fundamentan, estos son:
- El estado de pertenencia que vincula a la persona con la organización y se retroalimenta de la relación entre ambos.
- Dar prioridad a la antigüedad, considerando a quienes llegaron primero a la organización, con base en la experiencia que han adquirido.
- El equilibrio entre lo que se da y se recibe dentro de la organización.
- Dar mayor prioridad a la capacidad por encima de otros aspectos en los miembros del equipo.
- Resaltar que quien da más tiene la prioridad en la organización.
- Reconocer desde el respeto, para que se dé el justo valor a cada aspecto y permanecer abiertos al aprendizaje.
Partiendo de ello, en A-Sentir se identifican las necesidades y se crean las estrategias a implementar para que el aprendizaje facilite el logro de los objetivos organizacionales. A raíz de lo cual se genera lo que se conoce como dinámicas invisibles.
Dinámicas invisibles
Se trata de ciertas cosas que suceden aunque no se hable abiertamente de ello y está relacionado con los principios sistémicos, partiendo del hecho de que algunas de ellas generan armonía en el sistema y otras producen conflicto.
Un ejemplo de ello es cuando se reconoce la realidad con respeto, se genera armonía en el sistema en el momento en que una persona conoce sus limitaciones y apuesta por el aprendizaje para que se produzca una modificación en el comportamiento y un cambio positivo.
En cambio, al negar la realidad se generan conflictos que impactan negativamente a la organización y afectan al resto de los elementos que componen el equipo.
¿Para qué sirve la visión sistémica en las dinámicas invisibles en el proceso de aprendizaje?
La respuesta es bastante sencilla, facilita la identificación de las variables, obstáculos y necesidades de la organización o el equipo que no son detectables a simple vista y permiten generar las estrategias necesarias para que el proceso de aprendizaje se dé y se genere un cambio de comportamiento que beneficie el logro de los objetivos.
¿Cuándo es momento de recurrir a las constelaciones organizacionales?
Cuando los resultados no son los esperados y se identifican situaciones negativas en el entorno organizacional, como por ejemplo disminución de las ventas, conflictos, accidentes frecuentes, tensión en el equipo y más.
¿Qué estadísticas apoyan su uso?
De acuerdo con Francisco Gómez Gómez, el porcentaje de personas convencidas de que las constelaciones organizacionales son útiles en el proceso de resolución de conflictos laborales, pasa del 46% al 77% inmediatamente después de aplicada la sesión y se eleva al 85% al transcurrir un mes.
Te invitamos a visitar otros artículos de interés que ya se encuentran disponibles en nuestro blog.